Llevo más de quince años viviendo en Madrid y hasta hace muy poco no me sentía de aquí. Me dio por pensar en ello un día, bailando, cuando una de las lindy hoppers de la asociación me dijo: «si vives en Madrid eres de Madrid».
No sé si estoy muy de acuerdo. Lo que sí creo es que desde que bailo swing soy más de Madrid, porque el espíritu del swing madrileño concentra todo lo bueno que tiene esta ciudad. La espontaneidad, la hospitalidad, la sensación de pertenencia desde el minuto 1. Eso es lo que hace tan especial a Madrid, que no es la ciudad más bonita ni la más civilizada del mundo, pero va sobrada de otros encantos, que tienen que ver con la gente que la habita: gente abierta, flexible, amable, dispuesta a conocer a otros, acogedora y simpática. Cualidades todas que encajan muy bien con el ambiente del swing.
Así que eso es lo que uno siente cuando baila swing en Madrid: sientes que formas parte de la comunidad desde el primer momento y, en mi opinión, esa es una de las razones por las que una vez que entras, te quedas. Bueno, y por la música. 🙂
Este mes de junio, los días 16, 17 y 18, se celebra el IV Madrid Lindy Exchange, que para mí será el primero. Estoy deseando ir a las fiestas, escuchar a las bandas y asistir a las actividades que con tanto cariño está YA preparando MAD for Swing. Habrá muchas razones para venir al IV Madrid Lindy Exchange, pero mi favorita es esta: cuando bailas swing en Madrid, eres de Madrid, vengas de donde vengas. Y eso es algo que nadie debería perderse.
Inscripciones abiertas. www.madridlindyexchange.es
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